En días pasados circuló la información de una posible privatización del Instituto Nacional del Cáncer Rosa Emilia Tavárez (Incart) y a voz del director general de Alianza Público Privada, Sigmund Freund, la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (Omsa) y la Oficina Para el Reordenamiento del Transporte (Opret) podrían ser las primeras en el país en operar «bajo la modalidad público – privada», lo que tambien generó una nebulosa de dudas e incertimbre, sobre todo por lo que significan las tres entidades para las clases más desposeídas del país.
La versión del INCART encontró en la diputada Ycelmary Brito Onel (Juliana) una voz opositora, al pedir al presidente de la Cámara de Diputados que instruya a la Comisión de Salud investigar el «rumor».
Ayer, finalmente, el presidente Abinader, en la celebración en Santo Cerro por el día de las Mercedes, se refirió a los temas desmintiendo categóricamente sendas informaciones. Sobre el INCART dijo no saber «de donde salía esa información y que es absolutamente falsa», mientras que de OMSA y Metro dijo que no sabe quien ni con que objetivo puso a circular eso, «que solo cabe en esa cabeza»
Los desmentidos son un aliciente a la inquietud generada por ambas informaciones, que amenzan muy en serio con la salud y la movilidad de la clase menos pudientes de la nación.
Ojalá concluya con esto toda información que genere incetidumbre social.
