OpiniónPolítica

El presidente Abinader: “De la Disyuntiva a la Encrucijada Electoral” (The Winner Takes It All)

Por: Luís Jiménez Burgos

Ante todo, debo señalar que el presente artículo es quizás, la continuidad de un análisis

anterior que publicamos hace dos años, titulado “El presidente Luis Abinader en la Disyuntiva Electoral”, en el cual esbozamos nuestras observaciones sobre los rasgos principales que caracterizan el perfil del presidente Luis Abinader Corona y además como inciden estos elementos en la naturaleza de cada iniciativa que toma en la conducción de su mandato, y cuyas consecuencias impactan el devenir inmediato de la situación nacional e internacional del país.

 

El presente análisis invita a quien lea estas líneas, a revisar el anterior por varias razones, que entre ellas podemos citar: Primero, con sus acciones el presidente Abinader da razón a algunos de los señalamientos planteados en el primer artículo, que ahora confrontamos a la luz de la siguiente evaluación.

 

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Segundo: porque la disyuntiva que motiva el título del artículo anterior se definió en el devenir de estos dos años y sobre todo confirmado con su proceder político y gubernamental en las elecciones municipales del dieciocho de febrero pasado.

 

Por lo tanto, en este artículo, hemos incluido a continuación el enlace del primer análisis para que el lector pueda tener una referencia de lo que se expone actualmente. Es importante resaltar las diferencias y similitudes que se repiten en el periodo de tiempo correspondiente a cada entrega. En el primer análisis, se evaluó el perfil del mandatario en virtud de su accionar en los dos años iniciales, como indicadores predecibles que definirían los rasgos generales de su forma de gobernar en el futuro inmediato. En la presente entrega, se analizará si la tesis inicial planteada, sobre el proceder del mandatario es la misma en los dos años posteriores, es decir, si ésta se confirma en los cuatro años de su mandato.

 

Debemos traer a colación el adagio popular que reza: que el tiempo no pasa en vano, que

pasa, pisa y pesa. El accionar político del presidente Abinader de estos últimos dos años es muy preocupante, porque además de confirmarse los elementos perniciosos que le atribuimos en el análisis anterior, debemos mencionar, por ejemplo, las acciones encaminadas ante las elecciones gremiales del Colegio de Abogados de la República Dominicana, el cual fue militarizado por el gobierno, que expresó su discrepancia con los resultados de la comisión electoral que organizó y dirigió ese proceso, en el que proclamo el triunfo obtenido por un candidato a la presidencia de

ese gremio apoyado este por la oposición política. La actitud de represalia del oficialismo contra esta proclamación involucrando la justicia y aun teniendo resultados judiciales adversos, persiste en mantener ocupado el gremio de los togados, en una actitud de imposición de poder.

 

Los acontecimientos ocurridos en el colegio de abogados fueron el preludio de lo que iba a suceder y efectivamente sucedió en cuanto al uso excesivo del poder en las elecciones municipales del dieciocho de febrero del presente año, en la cual el gobierno cometió violaciones a las leyes electorales y constitucionales que traspasaron límites desconocidos hasta hoy en nuestro país, lo que demuestra que el actual mandatario no tolera disenso eleccionario.

 

Recordemos que Abinader nunca reconoció haber perdido las elecciones del año 2016 frente al entonces presidente Danilo Medina, postura que en ese momento fue recibida como una insubordinación de él, ante las reglas del juego democrático. Ha llovido poco desde aquel momento hasta ahora que escribo estas líneas, pero suficiente para que el Abinader opositor haya transformado esa rebeldía en autoritarismo, del que hoy detenta el poder. Por ello, se muestra dispuesto a imponer su reelección, aunque para hacerlo tenga que vulnerar nuestro sistema democrático.

 

Es conveniente señalar, que en nuestro análisis del perfil político del presidente Abinader vemos aumentado los rasgos autoritarios de éste, y además su poca vocación democrática, cuestionada por la compra de dirigentes opositores con la que transgrede sin escrúpulos los límites legales establecidos, y convierte el actual certamen electivo en un mercado persa, demostrando con esta falta de transparencia, su desprecio por el juicio que de él hará la historia.

 

El presidente Abinader ha hecho de su gobierno un acto de Manon…… que inició en opera

y que intenta completar en prosa, en el cual el mandatario asumió el personaje de Manon Lescaut y ha asignado al pueblo el papel de Des Grieux y aunque él quiere en el proceso electoral hacer un símil de esta obra, en mayo la oposición y las fuerzas fáctica de la nación están llamadas a evitar la reelección de Abinader y con ella un idéntico y trágico final como el de esta obra Abate Prévost.

 

Parece ser que la suerte está echada para lo que será el duelo del 19 de mayo venidero, en el que se jugará por el todo. El oficialismo insiste en aumentar la percepción en las apuestas. Ya la oposición conoce de las mañas de su oponente, y sabe que intentará jugar con la casa a su favor y cartas marcadas, por ello, al igual que rezan la parte infines de las notificaciones jurídicas que dicen «Para que la oposición no pretenda alegar ignorancia” y recuerde las enseñanzas de su mentor común, que citando a los clásicos siempre dijo «La política es la guerra por otros medios”. Haciendo acopio de lo anterior, este escribano añade el refrán popular que sentencia:

«Guerra avisada no mata soldados y si los mata es por descuidado».

 

Todo lo expuesto en nuestro artículo anterior se ha cumplido. Como lo prometido es deuda, creo necesario compartirle el enlace: enlace http://www.coyuntura.com.do/el-presidente-luis-abinader-en-la-disyuntiva-electoral/ y además el último párrafo de este análisis, que citado textualmente es el siguiente:

“Al igual que Fernández en el 1996 al hoy presidente Luis Abinader, los llevaron al

poder fuerzas coyunturales ajenas a su partido, pero a diferencia de Fernández en el 2000, todo el mundo sabe que el actual mandatario debe optar por la repostulación, por varias razones, entre ellas, primero:  porque es la mejor carta que tiene su partido en la actual coyuntura electoral y segundo: porque es la única manera de el encabezar la oposición.  Claro está, que, a diferencia de Leonel Fernández en el 2000, el actual mandatario lo hará con todos los pronósticos en contra, por lo que deberá decidir bajo que premisa va al proceso electoral, si lo hace con el criterio de que al torneo se va a ganar o a perder, o si por el contrario asume la creencia del lema “The Winner Takes it All”. “El Ganador se lo Lleva Todo”; si actúa así, corre el riesgo de quemar los puentes y no poder regresar, mientras que, si compite sin usar los recursos del estado, del presidente nacerá si no el estadista, el demócrata que encabezará la oposición y podrá explicarles a sus compañeros, aunque, con otras palabras, la reflexión asumida por Leonel Fernández en el año 2000 y decirse para si «No supimos porque perdimos, Porque no supimos porque ganamos.

 

Terminada la cita. Nos queda claro que el presidente Abinader optó por el lema “The Winner Takes It All».  “El Ganador se lo Lleva Todo” o “lo pierde todo, añadimos nosotros”,  incendiando los puentes por donde debe regresar, transitando con ello de la disyuntiva a la encrucijada electoral,  por lo que cobran vigencias  las premoniciones conclusivas de nuestro primer artículo, confirmando este proceder como una conducta de su personalidad. El mandatario no cesa en sus desmanes y ambiciona superar en mayo las violaciones de febrero, creando el Realismo Mágico del Gabo en la Crónica de una Muerte Anunciada. Ya sabemos quién en la obra es Santiago Nazar, esperamos que la oposición procure asumir el personaje de los «Mellizos Vicario» para resarcir en mayo el honor mancillado en febrero.

 

El autor de este artículo es político,

Jurista y estudioso del derecho internacional y geopolítica.

 

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