Las ramas están secas, en medio del peligroso camino hacia octubre; discursos calientes en las calles del PLD, y sin mucha agua para apagar el fuego si aparece la candela, es peligroso.
No es necesario que nos convirtamos en bomberos, para ir a reducir las llamas que amenazan con incinerar lo que ha crecido, después de un proceso de devastaciones. Los más veteranos oráculos del legendario Partido de la Liberación Dominicana, actúan hoy, como que no existiera mañana. Su comportamiento es funesto para los que, en estos últimos meses han trabajado sin descanso, para reconstruir el desprendimiento de una parte de la casa que nos cobija: están locos? Qué es lo que están pensando? No dañen el futuro de miles de jóvenes, que al igual que ustedes quieren construir espacios políticos y liderazgos sociales en sus comunidades a través de esta institución política.
Pensemos en que cada noche tiene su día y el fin aún no debe llegar. Octubre no es para destruirnos [No] debe ser para unirnos. El candidato no es el fin, es un medio; el fin es hacer más fuerte cada día el Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Nadie te puede quitar la esperanza de un mañana mejor, nadie.
El autor es dirigente político y locutor.
