Por: Juan Carlos Espinal
Las informaciones de las distintas agencias internacionales de noticias que llegan a la RED sobre la situación política de los Estados Unidos es de disolución de los procesos institucionales, relajamiento de los asuntos públicos y predominio de la política líquida. Los medios de comunicación han sustituido a los partidos políticos en el debate nacional de los problemas estructurales de esa nación.
Estados Unidos es una nación cuya dependencia energética y petrolera se hace cada día mas proclive al uso ilimitado de la fuerza y su complejo militar. Los cables de las noticias de los medios digitales independientes que nos llegan hablan de una escalada de violencia, grandes dificultades migratorias, caída espectacular de la capacidad de consumo de las clases medias, privatización de la seguridad social, aumento de la desigualdad, aumento del déficit fiscal, alto endeudamiento y elevado costo de los alimentos.
El gobierno de Donald Trump enfrente una crisis social y política que ha provocado la aparición del fenómeno de las luchas de clases, profundizado las divisiones entre los empresarios y los medios de comunicación, auspiciado una guerra comercial de aranceles con China, se ha aislado de sus antiguos socios de la UE, fomentado una política diplomática hostil hacia América Latina y dividido la sociedad norteamericana.
Con la aparición en el escenario de Bernie Sanders, los equilibrios de Rusia , China e Irán junto a las alianzas Japón, Alemania , Sudáfrica e India el equilibrio del planeta marcha hacia la conformación de múltiples bloques económicos que aperturaran nuevos mercados y nuevas tendencias electorales en la región. Los niveles de vida en Estados Unidos ha retrocedido la media mundial y su crecimiento económico basado en los dólares devaluados y sin soportes de la Reserva Federal están impulsando un cisma inflacionario en las demás economías inter dependientes de las multinacionales.
Las constantes caídas bursátiles de Wall Street, los constantes altibajos bajos de la Casa Blanca, el fantasma del juicio político a Trump y la crisis de confianza de los republicanos en el congreso modifican el panorama electoral de América Latina y El Caribe.
Los últimos acontecimientos en Chile, Colombia, Venezuela, Ecuador, Puerto Rico, Brasil y Honduras así lo atestiguan. La extrema derecha del continente no está dispuesta a rendirse y entregar el poder por las vías constitucionales vigentes. En República Dominicana por ejemplo el gobierno dominicano acaba de financiar un fraude masivo desde las instituciones públicas. En Haiti existe un clima de ingobernabilidad.
Ello indica que la inteligencia norteamericana está operando en la región usurpando gobiernos, incluyendo en la toma de desiciones de los gobiernos, imponiendo su agenda neoliberal y creando las condiciones psicológicas y materiales de un nuevo ciclo fondomonetarista . Trump, lo niega y el mundo lo sabe.
Juan Carlos Espinal
El autor es sociólogo, politólogo, periodista, director de: www.redsocialcodi.com
