La Arquitectura del municipio de Puñal y sus Distritos Municipales es un compromiso de todos
Por: Charles Albino
La República Dominicana ha sufrido durante las últimas décadas del fraccionamiento político-administrativo más amplio de su territorio, permitiendo así, la creación de nuevas provincias, municipios y distritos municipales; con una visión poco clara de la realidad de los territorios y en la búsqueda de crear estructuras con fines políticos en la que muchos de los mismos que no tienen identidad, ni personalidad territorial.
En la mayoría de los casos, las limitaciones de las nuevas unidades adolecen de criterios técnicos, precisión y coherencia, todo lo cual se traduce en caos generador de ingobernabilidad, corrupción y favoritismos políticos.
En el caso específico de provincia de Santiago, la experiencia de la creación del municipio de Puñal y sus Distritos de Canabacoa y Guayabal, el Municipio de Baitoa y el distrito de Santiago Oeste; estos impulsados por un grupo de actores políticos, comunitarios y empresariales, atendiendo a que dichas comunidades recibían servicios prácticamente nulos del municipio de Santiago, de donde se produce el desprendimiento de territorio.
En cada caso, comunidades prácticamente sin identidad y vínculos culturales que las unan; tal es el caso de Cienfuegos, una comunidad donde la mayoría de sus habitantes son oriundos de otras provincias, y el en caso de Puñal y Baitoa comunidades muy dispersas sin definición de casco urbano; todas con una amplia deuda social por parte de las autoridades municipales de Santiago y el Gobierno Central.
La experiencia de creación de estas unidades administrativas territoriales con todo y las situaciones que acarrean, han representado un impulso positivo para estas comunidades; ya que han podido articular entre algunas cosas como: la disposición de los desechos sólidos, asfaltado de la mayoría de las comunidades y algunas pequeñas obras que ciertamente han creado bienestar en los territorios antes mencionados.
Nuestra Constitución determina como principio de organización territorial, propiciar su desarrollo integral y equilibrado y el de sus habitantes, compatible con sus necesidades y con la preservación de sus recursos naturales, de su identidad nacional y de sus valores culturales; es centralizadora y respetuosa de la sociedad.
En el caso particular del municipio de Puñal, un gran reto para las autoridades la articulación y desarrollo del mismo, ya que a 14 años de su creación se mantiene disperso sin un circuito Económico, Cultural y de servicios que genere a partir del mismo, la experiencia de otros municipios; en donde concurra toda infraestructura destinada al servicio público. Como por ejemplo el edificio de la Alcaldía, Juzgado de Paz, oficinas gubernamentales, bomberos, entre otras.
Llama mucho a la atención, que tanto las pasadas autoridades del municipio como las actúales tengan la decisión política de construir el palacio municipal y la estación central del cuerpo de bomberos en una esquina del municipio, a pocos metros de la frontera con moca y la vega, donde la densidad poblacional no es tan importante como en otras comunidades, no correspondiendo a la visión de ciudad deseada, mucho menos planificada.
La decisión no debe ser que edificación tenga visibilidad al que transita por la autopista Duarte, si es así, será una disposición contraproducente y de poca visión, en la que se despojará de un área verde al municipio, los ciudadanos de pie se expondrán a cruzar avenidas altamente transitadas para buscar sus servicios y propiciaría la dispersión definitiva del municipio.
No resultaría lesionador para la administración de la actual alcaldía, disponer la compra de una propiedad para la construcción de la Alcaldía, debido a que el precio promedio de un metro de terreno en nuestro municipio oscila en unos 3,500 pesos y a partir de esta acción, propiciar que las demás entidades le circunden o estén en la proximidad a su entorno.
Planifiquemos el municipio, impulsémoslo a través de la estrategia de la metodología y la ciencia que propicien el desarrollo de las potencialidades de nuestro territorio, en que participen todas las fuerzas vivas integradas en un consejo de desarrollo, con la debida asesoría profesional, esto augurará resultados en el que todos y todas nos beneficiaremos de manera equilibrada y justa.